domingo, 30 de diciembre de 2012

El Almanaque pintoresco de Bristol: Un viaje a la nostalgia


En la esquina de la carrera Líbano con paseo Bolívar, frente al antiguo Edificio de Avianca, la brisa decembrina sopla como en ningún otro lugar de Barranquilla. Los vendedores, que por esta época aumentan sin control de autoridad alguna, pregonan sus productos, mientras la gente camina sin prisa. Ya no está el gigantesco anciano vendedor del agua e coco, ni los fotógrafos dispuestos a capturar en sus viejas cámaras la evidencia de una visita a Barranquilla, frente a la escultura ecuestre del Libertador con el fondo del Edificio de la Caja Agraria. Un niño de no más de 12 años me toma del brazo y me pregunta: ¿señor, ya compró el almanaque Bristol? Se trataba de la edición más reciente del Almanaque Pintoresco de Bristol, aquel librillo anaranjado de un contenido no mayor a 32 páginas en el cual se proyectan los pronósticos de los cambios lunares, los signos zodiacales, chistes, frases célebres entre otras curiosidades.

En segundos la nostalgia me envuelve en su manto, mientras las imágenes, en blanco y negro y con sonido monofónico, ruedan por mi mente. - Son mil quinientos, me dijo el niño. Saque un billete de dos mil pesos y se lo entregue. Muchos almanaques han caído en mi vida, pero menos que la cantidad de hojas blancas en mi cabellera. Al abrirlo noto que la publicidad parece congelada en el tiempo, con avisos sencillos de El famoso jabón de Reuter para mantener terso y lozano su cutis; el Agua Florida de Murray y Lanman, la legitima colonia que dejará fragante todo su cuerpo, y el Tricófero de Barry garantizando que con unas cuantas gotas diarias su cabello lucirá brillante y saludable

Mis hijos, Jairo Manuel, Enrique y Mauricio, quienes me acompañan en el recorrido decembrino por el centro histórico de la ciudad, no entienden el motivo de tanta emoción, me preguntan de qué se trata, intrigados al verme pasar y repasar cada una de las 32 páginas de librillo anaranjado.

Inicio por contarles que este legendario almanaque fue editado en New Jersey, Estados Unidos, que no ha cambiado absolutamente en nada, por lo que aún conserva su mismo diseño, color y presentación adoptado desde 1832, en su portada siempre muestra a Charles Bristol, creador del almanaque, un médico quien hizo del almanaque una especie de manual con el cual instruía a sus pacientes de la forma correcta de tomar los medicamentos; fue tan grande la popularidad del almanaque, que en 1856 la firma Lanman & Kem -Barclay compró la empresa y adquirió los derechos exclusivos del manual. A través del tiempo se convirtió en un almanaque que circuló inicialmente en Norteamérica y con los años en los países latinoamericanos.

La edición que tengo en las manos enfatiza en ser calculado para la República de Colombia y en ser una publicación de 181 años ininterrumpidos en el mundo entero. El almanaque pintoresco de Bristol se ha convertido en símbolo de la sabiduría popular, en él se ilustran los cambios de la luna, se cuentan chistes, se informa el santo de cada día, además uno que otro dato curioso.

Mis hijos, nacidos en la época de la Internet, los Ipad, y otras tecnologías de la información y la comunicación, seguramente no entenderán mucho la razón de tanto alboroto mío por tan pequeño librillo a blanco y negro, con chistes flojos y tan poca información, comparada con la disponible para ellos en el buscador Google; pero me justifican, Porque para ellos nada es igualable a la alegría de ver y sentir a su papá regodeado en sus nostalgias juveniles.

E-mail: jairosotohernandez@hotmail.com

6 comentarios:

Unknown dijo...

Como lo diría la Sra Esther ahora desde el cielo: " remolinos de nostalgia"

Unknown dijo...

Excelente crónica sobre el almanaque de Bristol, el cual no podía faltar en los hogares de Barranquilla. Esta lectura estremece mis emociones ¡Gracias profe!

Unknown dijo...

Saludos amigo Dr.Jairo Soto, excelente crónica. Muy significativas palabras que recogen datos históricos sobre la pública. Además por el carácter emotivo que imorime el desarrollo de la literatura fascina e ilustra ese sentimiento de nostalgia. Éxitos amigo.

Unknown dijo...

Saludos amigo Dr.Jairo Soto, excelente crónica. Muy significativas palabras que recogen datos históricos sobre la públicacion. Además por el carácter emotivo que imprime el desarrollo de la literatura fascina e ilustra ese sentimiento de nostalgia. Éxitos amigo.

Unknown dijo...

Antes que nada me adhiero con alegría a su nostálgica crónica. Aunque no fue de mi época,al leer sus letras puedo transportame a su experiencia que me imagino también vivieron mis padres.
Gracias Maestro Jairo Soto.

Unknown dijo...

Excelente crónica mi hermano.
Me hiciste recordar a mi padre cuando me mandaba comprar el almanaque de Bristol, en san Jacinto Bolívar. Durante todo el año, lo leia en sus ratos libres, y los iba coleccionando.
Felicitaciones, y un fuerte abrazo Sanjacintero navideño, igual para los tuyos, y tus amables lectores.