martes, 28 de mayo de 2013

Menos cemento, más educación


Foro Caribe Siglo XXI: Educación y ciudadanía

Publicado en el Diario El Heraldo, Barranquilla, 28 de mayo de 2013

 
Menos cemento, más educación

Por: Jairo Soto Hernández
Docente Universidad del Atlántico

La situación es dramática. La ciudad paga hoy el alto precio de haber apostado a un modelo de desarrollo basado en el cemento. Pareciera que nuestros gobernantes compitieran por el record de kilómetros de vías pavimentadas durante su mandato. Mientras tanto, la inversión en la formación de los seres humanos es cada vez más exigua. Nos despertamos cada día con noticias de todo tipo: discriminación, vandalismo, drogas, reyertas, pandillas, alcoholismo, intolerancia, mentira, miedo, robo, corrupción, y un largo etcétera, que nos llevan a un evidente retroceso. Recogemos lo que cultivamos: una sociedad totalmente permisiva, vacía, con prisa por conseguirlo todo, ya y ahora, sin freno moral, sin respeto por los demás, disfrutando con el dolor ajeno, sin disciplina. Pero, las señales que nos llegan del Estado, la familia, las fuerzas militares, la iglesia, los medios de comunicación, la escuela y los gremios económicos, no son las mejores; a pesar que todas estas instituciones están llamadas a ser modelo de comportamiento, ellas enseñan a diario los mismos males de la sociedad en general.

La apuesta urgente es la educación. No da espera invertir en la formación de ciudadanos, que quieran su ciudad, conscientes de sus derechos y de sus libertades fundamentales, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana, capaces de conciliar sus intereses individuales con los de la comunidad, solidarios, dueños de las destrezas y capacidades necesarias para saber vivir y convivir. Lo anterior sólo es posible con una política pública coherente, constante y humana, porque la valorización de la sociedad se logra con menos cemento y más educación.

Rescatar la familia

 Por: Víctor Herrera Michel
Moderador permanente de este espacio de desarrollo periodístico

Un sacerdote asesinado de 17 puñaladas, una adolescente que acuchilla a otra embarazada, dos más que se suicidan al ser reprendidos por sus padres, profesores amenazados por alumnos o padres de familia yun joven que apuñala a un conductor de bus porque le reclama el pasaje son hechos aberrantes que hemos presenciado en la ciudad en las últimas semanas y que se constituyen en síntomas de una sociedad enferma y cuyo tratamiento no se circunscribe a ¡más policías!! Como sociedad, nuestro deber es construir un nuevo ciudadano cada vez más responsable, tolerante y participativo. Pero para ello debemos llegar a la célula esencial que es la familia. Y es allí donde radican los primeros problemas. Factores como la pobreza extrema, el hacinamiento, la discriminación social y la falta de oportunidades y de sitios de esparcimiento y recreación unidos al consumo de alcohol, la drogadicción y los embarazos a muy temprana edad están formando un círculo vicioso en torno a lo que era antes la familia y que hoy es un cúmulo de antivalores que redundan en  el comportamiento ciudadano. Es momento de hacer un alto en ese afán mezquino y desaforado de conseguir dinero y fama para enfrentar la descomposición social de nuestras familias. Es la hora de un plan de salvamento. ¡Ojalá no sea tarde!

martes, 7 de mayo de 2013

Por una educación culturalmente pertinente



Diario El Heraldo. Barranquilla
Sección: Foro Caribe Siglo XXI 
 martes 7 de mayo de 2013, pag.  4 B
  

Educación pertinente
Por: Jairo Soto Hernández (Docente Universidad del Atlántico)

Una de las prioridades de la educación en el Caribe colombiano es la de ser culturalmente pertinente; es decir, capaz de adecuar los procesos, contenidos y fines a las condiciones concretas de las comunidades sujeto de las acciones educativas, de modo que no se les apliquen raseros universales con pretensiones de homogeneizar, sino que los proyectos formativos sean correspondientes a las características culturales, sociales, económicas y geográficas propias del contexto Caribe. Es innegable que no se respeta ni valora lo que no se conoce, de tal manera que solo a través de la educación, la sociedad en general, y la escuela en particular deben garantizar las condiciones para que niños y jóvenes aporten a la transformación y desarrollo de las comunidades locales y nacionales, y a la construcción de un mundo más justo y equitativo, comprometidos consigo ellos mismos, con el ambiente, la sociedad y su cultura. La educación debe ser una acción compartida por todos los estamentos de la sociedad, en donde cada actor se esfuerce por garantizar su labor formativa para desarrollar una educación culturalmente pertinente, a fin de garantizar el conocimiento y reconocimiento de lo mejor y más valioso de nuestras raíces y la apropiación, no solo de los contenidos de la cultura mundial y nacional, sino de manera muy especial de lo regional del Caribe colombiano.

Asignaturas Caribe
Por Víctor Herrera Míchel

A propósito de que por estos días se celebra el Día del Maestro, qué bueno el debate sobre si debe existir un pénsum específico para el Caribe colombiano, diferente al ‘estándar’ que utiliza el Ministerio de Educación para toda Colombia, a pesar de que nos reconocemos como un país de regiones. Este pénsum incluiría nuestra propia historia –registrada y contada a la manera nuestra– con nuestros propios personajes, muchas veces ocultos por la historiografía nacional. Tendríamos el análisis sociológico y antropológico del ser Caribe y de nuestra pertenencia a la gran nación de la que forma parte esa mezcla pluriétnica y multicultural que llega más allá de la cuenca del mar Caribe. Sería muy rico un plan de estudios para los colegios de la región alimentado por nuestros literatos (encabezados por el Premio Nobel Gabito), filósofos y poetas. La danza y la música desde nuestros antepasados de la Depresión Momposina hasta los Carlos Vives y Shakira de hoy serían un gran insumo para el desarrollo de las artes. La discusión de los temas de región en relación con el centralismo como modelo de Estado sería otra de las asignaturas importantes. En fin, para ello tendríamos nuestros propios educadores bien preparados por aquello de que “maestro es el que imparte lecciones, profesor el que da clases”.