domingo, 30 de diciembre de 2012

El Almanaque pintoresco de Bristol: Un viaje a la nostalgia


En la esquina de la carrera Líbano con paseo Bolívar, frente al antiguo Edificio de Avianca, la brisa decembrina sopla como en ningún otro lugar de Barranquilla. Los vendedores, que por esta época aumentan sin control de autoridad alguna, pregonan sus productos, mientras la gente camina sin prisa. Ya no está el gigantesco anciano vendedor del agua e coco, ni los fotógrafos dispuestos a capturar en sus viejas cámaras la evidencia de una visita a Barranquilla, frente a la escultura ecuestre del Libertador con el fondo del Edificio de la Caja Agraria. Un niño de no más de 12 años me toma del brazo y me pregunta: ¿señor, ya compró el almanaque Bristol? Se trataba de la edición más reciente del Almanaque Pintoresco de Bristol, aquel librillo anaranjado de un contenido no mayor a 32 páginas en el cual se proyectan los pronósticos de los cambios lunares, los signos zodiacales, chistes, frases célebres entre otras curiosidades.

En segundos la nostalgia me envuelve en su manto, mientras las imágenes, en blanco y negro y con sonido monofónico, ruedan por mi mente. - Son mil quinientos, me dijo el niño. Saque un billete de dos mil pesos y se lo entregue. Muchos almanaques han caído en mi vida, pero menos que la cantidad de hojas blancas en mi cabellera. Al abrirlo noto que la publicidad parece congelada en el tiempo, con avisos sencillos de El famoso jabón de Reuter para mantener terso y lozano su cutis; el Agua Florida de Murray y Lanman, la legitima colonia que dejará fragante todo su cuerpo, y el Tricófero de Barry garantizando que con unas cuantas gotas diarias su cabello lucirá brillante y saludable

Mis hijos, Jairo Manuel, Enrique y Mauricio, quienes me acompañan en el recorrido decembrino por el centro histórico de la ciudad, no entienden el motivo de tanta emoción, me preguntan de qué se trata, intrigados al verme pasar y repasar cada una de las 32 páginas de librillo anaranjado.

Inicio por contarles que este legendario almanaque fue editado en New Jersey, Estados Unidos, que no ha cambiado absolutamente en nada, por lo que aún conserva su mismo diseño, color y presentación adoptado desde 1832, en su portada siempre muestra a Charles Bristol, creador del almanaque, un médico quien hizo del almanaque una especie de manual con el cual instruía a sus pacientes de la forma correcta de tomar los medicamentos; fue tan grande la popularidad del almanaque, que en 1856 la firma Lanman & Kem -Barclay compró la empresa y adquirió los derechos exclusivos del manual. A través del tiempo se convirtió en un almanaque que circuló inicialmente en Norteamérica y con los años en los países latinoamericanos.

La edición que tengo en las manos enfatiza en ser calculado para la República de Colombia y en ser una publicación de 181 años ininterrumpidos en el mundo entero. El almanaque pintoresco de Bristol se ha convertido en símbolo de la sabiduría popular, en él se ilustran los cambios de la luna, se cuentan chistes, se informa el santo de cada día, además uno que otro dato curioso.

Mis hijos, nacidos en la época de la Internet, los Ipad, y otras tecnologías de la información y la comunicación, seguramente no entenderán mucho la razón de tanto alboroto mío por tan pequeño librillo a blanco y negro, con chistes flojos y tan poca información, comparada con la disponible para ellos en el buscador Google; pero me justifican, Porque para ellos nada es igualable a la alegría de ver y sentir a su papá regodeado en sus nostalgias juveniles.

E-mail: jairosotohernandez@hotmail.com

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El barrio: su historia y su gente

Con cariño al amigo Elíseo Cortina Grau


Dos razones me motivaron a tomar prestado este título, que corresponde al de un exitoso proyecto de investigación liderado por el docente y amigo Eliseo Cortina Grau en la institución educativa Helena de Chauvin del popular barrio las Nieves de la ciudad de Barranquilla, la primera brindarle un reconocimiento a través de “Cheo” como cariñosamente le decimos  al profesor Cortina, a ese grupo de maestros que lideran motu proprio procesos de investigación en la escuela con los cuales buscan la recuperación de la memoria colectiva de los habitantes del núcleo urbano básico, es decir el barrio; y la segunda resaltar los efectos positivos que tiene la indagación en los mismos ciudadanos sobre su pasado en función de que ellos configuren un discurso sobre su identidad, a partir de la consideración que la ciudad es memoria, y en ella se va acumulando la prodigiosa experiencia humana de todas las gentes que en ella han habitado.

En los últimos tiempos la ciudad asiste a un proyecto muy interesante en esta misma dirección se trata de Barrios Creativos, un Programa que viene desarrollando la Alcaldía Distrital de Barranquilla a través de su Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo con el apoyo del Parque cultural del Caribe. Ya en el pasado El Archivo Histórico del Atlántico había ensayado una experiencia similar, y más recientemente en la Alcaldía de la Localidad Suroriente, se implementó el proyecto Historia de barrios… historias de vida, en el cual se capacitó a un grupo importante de docentes y estudiantes quienes realizaron trabajos de historia local, logrando de manera parcial el propósito fundamental de recuperación de la memoria colectiva barrial.

La conciencia histórica no se construye solamente enseñando el pasado estructural, fundacional y heroico de la formación de las naciones. Se requiere un contacto más concreto con el pasado de lo más próximo a la comunidad, a partir de la identificación de los hitos culturales y económicos que expliquen la situación del presente y generen tanto orgullo, como reconocimiento de las limitaciones de la propia comunidad. Al respecto el Historiador barranquillero Jaime Álvarez Llanos afirma que: “Esto se hace más expedito cuando se involucra a los actores comunitarios a un proceso de rescate de la memoria y se pasa por la restauración de las huellas del pasado que puedan constituirse en fuentes de información histórica. Tal restauración inspira la adquisición de la conciencia documental, es decir la disposición no sólo a rescatar las huellas sino a acostumbrarse a conservar y respetar las que se rescaten y las que se van creando con el transcurrir del presente

Esta tarea no resulta nada fácil, especialmente cuando las personas en los barrios manifiestan poco respeto y valoración por documentos del pasado, los cuales son asumidos muchas veces como “papeles viejos” basura, estorbos sin valor y casos se han visto en que esos tesoros, que hubieran podido ser básicos para la investigación histórica, como soporte de una conciencia ciudadana, de una identidad local, fueron arrojados a los basureros públicos, vendidos por arrobas a pulperos y recicladores de ocasión, o lamentablemente incinerados.

Si bien iniciativas como las citadas anteriormente resultan muy importantes para la restauración de la memoria colectiva, se requieren proyectos de investigación más sistemáticos liderados por las autoridades Distritales en asocio con el programa de Historia de la Universidad del Atlántico y las instituciones educativas del Distrito, para emprender los proyectos de investigación histórica escolar con los estudiantes como investigadores de los barrios donde viven su cotidianidad, para poder así sacar del anonimato a muchos de nuestros verdaderos prohombres, esos que a pulso lograron a través de la organización y lucha la materialización de sueños colectivos barriales como la construcción de una escuela, un puesto de salud e incluso la invasión, loteo y posterior consolidación de amplias zonas de la ciudad. Esas historias de los marginados, de los que no tiene voz, de los ausentes de las páginas sociales de los periódicos de la ciudad, de los invisibilizados en el otorgamiento de medallas y condecoraciones a los personajes del año, vale la pena desenterrar, para desde sus historias de vida edificar identidad..

Sin lugar a dudas, el barrio es el escenario de la formación del ciudadano, éste comparte con la escuela y la familia las fuentes de configuración de su personalidad, sus valores y sus imaginarios. De forma tal que para que los jóvenes pobladores sean protagonistas de la definición de su propio destino, se requiere generar escenarios de integración entre la escuela y el barrio. Las historias de barrio a través de proyectos de investigación dirigidos por docentes, ejecutados por los estudiantes bajo las orientaciones de los historiadores del programa de historia de la Universidad del Atlántico e implementando metodologías como la historia oral y alternativas temáticas como las historias de vida, no sólo pondrán en contacto al docente con la comunidad aledaña a la escuela, sino que, además, propiciarán un espacio de desarrollo intelectual y académico que contribuirá al crecimiento profesional del docente y personal del estudiante, sin olvidar el aporte que este tipo de experiencias puede significar en materia de fortalecimiento del patrimonio cultural, científico, intelectual y académico de las localidades, la ciudad y la región.

jairosotohernandez@hotmail.com

jueves, 29 de noviembre de 2012

Los ciudadanos no nacen se forman



La escuela, segunda institución socializadora después de la familia, juega un papel fundamental en la construcción de ciudadanía; en razón de ser la única institución que posee un amplio alcance en la mayor parte de sectores de la sociedad, siendo entonces el medio ideal para generar aprendizajes básicos para la convivencia pacífica y democrática, para lo cual se hace necesario poder contar con escuelas en donde se evidencien verdaderas prácticas ciudadanas.

La escuela como una organización social compleja, se debe posicionar como una entidad democrática y participativa, desde donde salgan propuestas como respuestas a las muchas problemáticas de la escuela misma y del contexto más próximo de ella, es decir la comunidad en donde está inserta.

Los docentes tienen el deber de pedagogizar la convivencia, la democracia, la participación, la diversidad, haciéndolas objeto de su reflexión: ¿cómo se enseñan y se aprenden? De igual forma darles un valor pedagógico como proyecto político de una sociedad determinada; pensarlas en el escenario concreto donde las personas viven su cotidianidad.

La formación, tanto en la familia como en la escuela, deben ser la herramienta fundamental para socializar a la persona con un sentido amplio de democracia, por tanto, lo primero que se debe establecer dentro de la familia, es educar al individuo dentro del sentido de responsabilidad hacia él y hacia su entorno (barrio, ciudad, región, país), para que de una manera participativa, solidaria y equitativa asuma sus deberes y derechos dentro de un ambiente de tolerancia y compromiso.

Es innegable como el debilitamiento del papel socializador de la familia afecta el proceso de socialización primaria, lo cual se evidencia con el ingreso cada vez más temprano de la niñez a la escuela, de la disminución del tiempo que los niños comparten con sus padres, en razón de la vinculación de éstos al trabajo, y por último, pero no menos importante la influencia de los medios masivos de la comunicación y la información (radio, televisión, internet, redes sociales, etc.).

Hoy, las prácticas pedagógicas y las acciones educativas no deben limitarse exclusivamente al rígido ámbito de una estructura cerrada de cuatro paredes o una escuela en particular, ellas deben ser un proceso permanente de reflexión-acción pedagógica en todos los escenarios en los que está inmerso el ser humano. Esto significa crear una escuela como ciudad y una ciudad como escuela.

Se busca en última, de asumir a los niños, niñas y jóvenes como ciudadanos, con el mismo convencimiento del educador Julio Adán Hernández  Montealegre (2003), cuando afirma que ellos pueden “(...) romper esquemas, trabajando para demostrar que también cuentan y que con su participación son capaces de apostarle a la esencia, a la historia y a las manifestaciones significativas de su colectividad”, ellos pueden mostrarnos lo que más le falta a la ciudad, nos pueden dar pistas, ideas para las soluciones, no se trata que ellos tengan las capacidades para planificar una ciudad, quizás no tengan las competencias para solucionar todos los errores que hemos cometido los adultos, pero desde la escuela y el Estado podemos darles el protagonismo que les corresponde como ciudadanos y usuarios de la ciudad.

En este sentido retomamos las siguientes reflexiones de Jesús Martín Barbero, cuando afirma que formar ciudadanos significa que la educación tiene que enseñar a leer ciudadanamente el mundo, es decir, ayudar a crear en los jóvenes una mentalidad crítica, cuestionadora, desajustadora de la inercia en que la gente vive, desajustadora del acomodamiento en la riqueza y de la resignación en la pobreza. Es mucho lo que queda por movilizar desde la educación para renovar la cultura política, de manera que la sociedad no busque salvadores, sino que genere sociabilidades para convivir, concertar y respetar las reglas del juego ciudadano.

Llevar la formación ciudadana a la escuela no significa generarle un nuevo espacio en el plan de estudios de la institución, convirtiéndola en una nueva asignatura, pues se corre el riesgo de que los estudiantes asuman sus contenidos académicos como una carga, de tal manera que la incorporación de estos temas como ejes transversales al currículo se revelan como una alternativa viable en procura de conectar la escuela con la realidad social, cultural y económica.

Correo: jairosotohernandez@hotmail.com

domingo, 26 de agosto de 2012

Uparlamento 2012: Visibilizando preocupaciones y esperanzas de la niñez de Puerto Colombia.



Uparlamento 2012, es una aplicación local de la metodología de trabajo propuesta por el Modelo de las Naciones Unidas. Con la asesoría de docentes y contando con el respaldo de los profesionales de la instituciones educativa, los estudiantes de 10º y 11º asumieron el rol de delegados, para lo cual participaron en debates y negociaciones en los que trataron temas de interés municipal relacionados con la niñez y la juventud, partiendo del planteamiento de situaciones problema hasta el planteamiento de posibles soluciones.

Los niños, niñas y jóvenes durante casi dos horas, con la presencia del alcalde de Puerto Colombia Carlos Altahona Arrautt, secretarios del despacho, candidatos al concejo municipal y líderes comunitarios, debatieron acerca de los derechos de la niñez y la juventud sobre la inseguridad en las calles en horas nocturnas, el expendio de drogas cerca a las instituciones educativas, el rescate de las tradiciones y el estado de las vías y parques en su localidad.

Uparlamento 2012, es una asamblea escolar conformada por estudiantes de la Unidad Porteña de Aprendizaje, evento educativo y cultural, con un altísimo valor pedagógico, con el cual se fomenta en la niñez el sentido de la autorresponsabilidad y la autoformación, la curiosidad intelectual y la investigación en temas locales, la solidaridad y el trabajo en equipo, y el respeto hacia la diversidad de opiniones, que seguramente serán de gran utilidad a lo largo de sus vidas.

La Unidad porteña de Aprendizaje UPA es la materialización de una propuesta pedagógica inclusiva, sistemática y exitosa, que desde hace 35 años busca generar una cultura que reconozca al niño como ciudadano. Es la formalización del proceso comunicativo – educativo Voz Infantil – Hola Juventud, orientado por el pedagogo Julio Adán Hernández, y que hace 12 años presta sus servicios educativos bajo la dirección de la educadora Ana María Rúa.

Uparlamento 2012 forma parte de una propuesta pedagógica integral que busca asumir a niños y jóvenes como ciudadanos, con el convencimiento que ellos pueden “romper esquemas, trabajando para demostrar que también cuentan y que con su participación son capaces de apostarle a la esencia, a la historia y a las manifestaciones significativas de su colectividad”, como menciona el profesor Hernández. No se trata que la infancia y la juventud tengan las capacidades para planificar una ciudad, quizás no tengan las competencias para solucionar todos los errores que hemos cometido los adultos, pero reconociéndoles el protagonismo que les corresponde como ciudadanos y usuarios de la ciudad, hilaremos con finas hebras nuestro raido tejido social.

En el marco de la más reciente sesión del Uparlamento fue impuesta la orden del Premio Simón Bolívar en la categoría de “Gran Maestro” al profesor Julio Adán Hernandez Montealegre. Distinción otorgada por el Ministerio de Educación Nacional, con el propósito de distinguir la trayectoria de las personas naturales o jurídicas que se destaquen en el campo de la educación, la ciencia y la cultura.

La ceremonia se realizó el pasado viernes 24 de agosto en el salón multifuncional de la alcaldía de Puerto Colombia, para dar cumplimiento a la voluntad del profesor Hernández, quien prefirió la calidez de los porteños a los helados salones capitalinos. El ministerio delegó la entrega de la distinción a Carlos Altahona Arraut, alcalde de Puerto Colombia, quien en un acto sencillo entregó la Resolución No 9336 del 10 de agosto de 2012 y la orden del Premio Simón Bolívar en la categoría de “Gran Maestro”.

Esta experiencia académica, humanamente y muy enriquecedora, dejó 25 ponencias presentadas por los participantes, primero en comisiones y luego en Asamblea General, con un buen nivel de oradores confiados y convincentes, compartiendo y defendiendo sus posturas, reclamando a las autoridades por los derechos de niños, niñas y jóvenes, visibilizando sus preocupaciones y esperanzas.

 
jairosotohernandez@hotmail.com

sábado, 4 de febrero de 2012

Carnaval de los Niños: escuela abierta a la vida

Cuando Joselito Carnaval se fue con su música a otra parte, cargando con todo lo que encontró a su paso, olvidó llevarse la alegría y los sueños de nuestros niños y niñas. Lo despidieron, al igual que en los años anteriores, con los merecidos honores de quien encarna con su muerte el eterno retorno a la vida. Ese martes de Carnaval, Shirley Carreño, reina del Carnaval de los niños en el 2005, ordenó los recuerdos de tal manera que pudieran estar disponibles para cuando la nostalgia los requiriera.

Ella no imaginó que tan sólo siete años después esas imágenes de garabaticos, cumbiamberitas, conguitos, paco pacos, cucarachitas alegría, coronaciones y desfiles, las volvería a vivir. Esta vez de la mano de su hermana menor Vanessa Carreño Carreño, soberana de la chiquillada barranquillera en el Carnaval de los Niños 2012.

Vanessa es una niña de 12 años capaz de inundar de felicidad todos los rincones de la ciudad. Está convencida que disfrutando de cada espacio de las carnestolendas y dando lo mejor de ella hasta en los eventos más sencillos, aportará en la búsqueda de materializar esa propuesta pedagógica integral, con 35 años de implementación: Voz Infantil – Hola Juventud.
Se trata de una apuesta que pretende promover más y mejores espacios de protagonismo activo de niños, niñas y jóvenes, en las áreas culturales, educativas y tecnológicas, usando los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías de la información. Es  decir asumirlos como ciudadanos, con el convencimiento que ellos pueden “romper esquemas, trabajando para demostrar que también cuentan y que con su participación son capaces de apostarle a la esencia, a la historia y a las manifestaciones significativas de su colectividad”, como bien lo dice el profesor Julio Adán Hernández, director fundador del proceso comunicativo – educativo Voz Infantil – Hola Juventud.

El Carnaval de los niños, creado en 1991, es uno de esos espacios desde donde se promueve la participación protagónica y activa de los niños y niñas en el Carnaval de Barranquilla, y con el cual se garantiza la continuidad de un patrimonio que hoy no sólo pertenece a los barranquilleros, sino a toda la humanidad. A él no lo podemos mirar únicamente como un multitudinario desfile de una tarde de domingo, es una escuela abierta a la vida, desde donde se hila con finas hebras nuestro raído tejido social.

Este año en el marco del programa “Carnavaleros pilas con los carnavalores” se trabaja el valor de la colaboración, esa actitud permanente de servicio hacia el trabajo, la familia y la ayuda desinteresada a cualquier persona que lo necesite, pensando en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, y viendo en los demás a su otro yo. Este no es un programa aislado, forma parte del proceso Voz Infantil – Hola Juventud, macro proyecto pedagógico inclusivo, sistemático y exitoso que se materializó a través de la Unidad porteña de Aprendizaje UPA, una Institución Educativa, ubicada en el municipio de Puerto Colombia (Atlántico), con énfasis en comunicación, educación artística, tecnología espacial e inglés, orientado por el pedagogo Julio Adán Hernández, y que hace 11 años presta sus servicios educativos bajo la dirección de la educadora Ana María Rúa.

Vanessa Carreño y Armando Gómez, soberanos de la chiquillada barranquillera durante el Carnaval de los niños 2012, y miembros activos del proceso Voz Infantil – Hola Juventud, despliegan en cada acto el aroma y colorido de nuestra fiesta, ellos aportan en la preservación de la tradición, promoviendo un cambio de actitud de la ciudadanía, frente al papel de la niñez en la sociedad actual.

miércoles, 25 de enero de 2012

Lucho Bermúdez: baluarte de la música popular colombiana


Nada puede ser más triste que un recuerdo feliz. Hoy en vísperas de la gran celebración del centenario del natalicio del gran músico colombiano Lucho Bermúdez, he vuelto a sacar de esos lugares que la memoria reserva para la información privilegiada, la voz y figura de mi madre, Edna Marina, cantando desde tempanas horas de la mañana mientras regaba de amor las begonias, las rosas, las margaritas y los anturios, impecablemente plantados en el patio trasero de la casa: Carmen querido, tierra de amores / hay luz y ensueños bajo tu cielo / y primavera siempre en tu suelo/ bajo tus soles llenos de ardores. Dedicada por el compositor a su tierra natal El Carmen de Bolívar, sin lugar a dudas, una de las más bellas piezas del cancionero popular del Caribe.

Luis Eduardo Bermúdez Acosta, popularmente conocido como Lucho Bermúdez nació el 25 de enero de 1912 en el Carmen de Bolívar. Su largo recorrido musical se inició a los seis años tocando flautín y participando en bandas militares como la de Santa Marta, Aracataca, y la banda municipal de Chiriguaná, de la cual fue director. En Cartagena, dirigió la Orquesta "A No. 1", del maestro Pianeta Pitalúa, pionero del porro, y se vinculó a Radio Cartagena. Posteriormente viajó a Bogotá para grabar con su Orquesta del Caribe fundada en 1939, ciudad capital donde tuvo gran acogida, y desde donde difundió al resto del país a través de la incipiente industria radial, lo mejor de la música del Caribe.

Este versátil y fecundo compositor, se caracterizó por grabar ritmos del Caribe Colombiano como porros, gaitas, fandangos, cumbias, y mapalé, a los cuales dio personalidad musical e internacionalizó. Adicionalmente compuso y arregló mucha música del interior del país como torbellinos, pasillos y joropos, y experimentó con géneros de otros países como el tango, el mambo, chachachás y pasodobles. Creó nuevos ritmos como el tumbasón y el patacumbia.

El maestro Lucho Bermúdez, fue pionero en escribir en partituras la música que interpretaban las bandas de los pueblos de las sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba, adaptándolos al lenguaje musical de la época, permitiendo su difusión y permanencia en el tiempo.

El primer tema musical con un impresionante éxito fue "Prende la vela". Después se conocieron otros como "Las mujeres de San Diego", "Cadetes Navales", "Chucho Hernández", "jabón con yuca", "11 de noviembre", "Carmen de Bolívar", "Caprichito", "Pachito eché", "Danza Negra", "Cuca", "Cumbia Colombiana", "Buenos Aires", "San Fernando", "Diana María", "Añoranza", "Fantasía Tropical", "Embelezo", "Te Busco", "Borrachera", "Salsipuedes", "el papá de los pollitos", "Patacumbia", "Doble Cero", "Tolú", "Fiesta De Negritos", "Tina" , "La Gaita" y la más escuchada en todos los tiempos "Colombia tierra querida".


Hizo presencia en el ámbito internacional, desde 1946 cuando viajó a Buenos Aires, a grabar en compañía de la gran Matilde Díaz, la voz que le dio estilo e identidad a su orquesta. Luego continuaría en otros países, como Cuba, México y Perú. De esta época es resaltable su paso por México, donde grabó alrededor de 80 discos, trabajando al lado de figuras de la talla de Benny Moré, Pérez Prado y Tito Rodríguez, entre otros.


Hoy, a pesar de su eterna partida, la voz de mi madre invade los rincones de mi memoria, y con esos felices recuerdos, asumo el claro mensaje de respeto y valoración por el legado del destacado clarinetista y compositor Lucho Bermúdez, indiscutiblemente uno de los más importantes baluartes de la música popular colombiana del siglo XX.
jairosotohernandez@hotmail.com

lunes, 23 de enero de 2012

Fiesta del pensamiento


Una verdadera fiesta del pensamiento, un encuentro con nuestras raíces, con el ser Caribe que habita en cada uno de nosotros, resultó ser la tradicional cumbre del arte, la cultura y el conocimiento, la cual desde hace seis años es organizada en el municipio de San Jacinto, Bolívar, en el primer puente festivo del año, y a la cual acudimos por amable invitación del filosofo Numas Armando gil Olivera..

La sexta versión de la fiesta del pensamiento, fue un verdadero espacio de diálogo y reflexión sobre el acontecer artístico y cultural de los pueblos de los Montes de María. Esta fiesta de la cultura y el conocimiento es preparada cuidadosamente por el Club Socio cultural y Deportivo Los Maestros.

El evento que cada año rinde homenaje de reconocimiento por toda una vida dedicada a la enseñanza a distinguidas maestras sanjacinteras, en esta oportunidad exaltó la labor docente de Natalia Rodríguez, Hortensia Guzmán y Diona Guete.

La programación conto con destacadas intervenciones, entre las cuales vale mencionar: El conversatorio “Pacho” Rada: más allá de la frontera; el tributo al gran exponente de la música colombiana Lucho Bermúdez, en el centenario de su nacimiento, con exposición a cargo de Moisés Morantes y Enrique Muñoz; la conferencia “Costeños y Cachacos” a cargo de Julio Escamilla y la disertación acerca de “la presencia del diablo en las canciones de la música de acordeón” a cargo de Jairo Soto Hernández. Otros invitado de talla nacional fue el autor de la novela “El señor sombra”, Óscar Collazos

Se realizó el lanzamiento de la edición No.6 de la revista cultural Lampazos, al igual que del libro Familias educadoras en San Jacinto, Ausente y presentes en la memoria del tiempo, de Carlos Rafael Estrada. En el campo artístico se contó con la participación de los poetas José Ramón Mercado y Javier Marrugo.

Y estando en la tierra de la hamaca grande, no podía faltar el espacio para los grupos musicales de gaitas y acordeones, de compositores y cantantes que tanta gloria le han dado a San Jacinto en escenarios nacionales e internacionales, entre ellos, el maestro Adolfo Pacheco, el acordeonero Rodrigo Rodríguez, el rey vallenato Alberto “Beto” Rada y el cantautor Hernán Villa Ortega, popularmente conocido como “El Corroncho”, a quienes se les hizo un reconocimiento por sus obras musicales.

Este evento, que ya es un clásico, tiene la magia de hacernos prometer pronto regreso a tierras sanjacinteras a quienes acudimos a estos dos días de oferta cultural gratuita, en donde se pudo disfrutar de expresiones artísticas para todos los públicos y para los amantes de todos los géneros del arte la cultura y el conocimiento. Gracias San Jacinto.

jairosotohernandez@hotmail.com