En el 2014 cumple 30 años ininterrumpidos de participación en los eventos más importantes de nuestras fiestas.
Por: Jairo Soto Hernández
Esther
Hernández Morón forma parte de ese selecto grupo, muy aislado por
cierto, de docentes y planteles educativos de la ciudad y el
departamento, pioneros en el proceso de involucrar al Carnaval como
parte importante de su quehacer pedagógico cotidiano. Ella es una
educadora e investigadora barranquillera de amplia experiencia en el
campo directivo y docente, como Directora de Núcleo de Desarrollo
Educativo y Supervisora de Educación Distrital.
Convencida
de las innegables potencialidades del Carnaval de Barranquilla como
referente formativo, asumió desde el año 1.991, la dirección general de
El Congo Infantil Alegrías, proceso pedagógico festivo fundado por en el
año 1.984 por la también educadora Francisca Gutiérrez de Gómez,
dándole desde ese momento la consolidación definitiva en la ciudad, y
manteniendo el lema de la educación al servicio del folclor, como lo
cantan en sus versos durante el recorrido del carnaval de los niños.
Trabajar por la niñez
Nuestro lema siempre es
Avivando los valores de la costa colombiana
Aquí está la educación
Fomentando el carnaval
La “seño”
Esther, como le dicen los niños y niñas miembros del grupo, venidos de
los barrios del suroccidente de la ciudad, afirma con la satisfacción
del deber cumplido que el Congo Infantil Alegrías no es solamente una
danza que se reúne con el fin de bailar en una tarde de carnaval. Es un
espacio de integración en donde padres de familias, maestros,
investigadores culturales, familiares y amigos de los niños y niñas,
confluyen para impulsar la valoración e internalización del folclor
Caribe por parte de las nuevas generaciones para conservar nuestra
tradición y cultural.
En el
2014 el Congo Infantil Alegrías cumple 30 años ininterrumpidos de
participación en los eventos más importantes de nuestras fiestas, con 85
niños distribuidos en 3 cuadrillas: Los Congos o negros conformados por
40 niños, las mujeres o negras en la que participarán. 20 niñas y otra
cuadrilla con la fauna con disfraces de perros, burros-toros. Gorilas,
etc. Todos ellos acompañados por los 5 niños músicos. En cada cuadrilla
hay un Jefe que dirige al grupo y a la danza tiene un Director general
que se identifica con un sombrero.
En la
danza del Congo Infantil Alegrías resalta su vestuario de extraordinaria
belleza y lujo, éste consta de un turbante adornado con flores
multicolores, espejos y trenzas de seda, pantalón negro con un bolsillo
en forma de copa color amarillo a la altura de la rodilla y en el borde
del pantalón arandelas y encajes con los colores de las danzas, camisa
fucsia manga larga, pechera azul y una capa o gola de color amarillo y
hermosamente decorada con motivos carnestoléndicos, en la parte
posterior del turbante pende una penca de color verde, decorada con
lazos y cintas. El Congo que se respete lleva pintados en las mejillas
unos círculos blancos y rojos y como danza guerrera portan un machete o
lanza en las manos.
Las niñas
disfrazadas de negras, se visten con faldas de color negro, arandelas y
encajes en formas de volantes y blusa fucsia con descote de palanganas
con arandelas rematas de encajes y en la cabeza Llevan hermosas cayenas,
rosas y corales, flores representativas de nuestra ciudad.
Uno de
los aspectos más destacados de la danza de los Congos es la música y la
capacidad de improvisación de los verseadores, desafortunadamente estos
no son apreciados por personas que asisten a los eventos del Carnaval
por falta de amplificación. En el Congo Alegrías se programan durante
todo el año talleres de percusión para conservar las raíces, mientras
que los versos son cantados por la profesora Esther Hernández.
Gracias
al Congo Infantil Alegrías y a la “Seño” Esther por mantener viva en
estos 30 años una tradición festiva que reúne expresiones emblemáticas
de la memoria y la identidad del pueblo barranquillero y del Caribe
colombiano.
jairosotohernandez@hotmail.com