Luis Eduardo Bermúdez Acosta, popularmente conocido como Lucho Bermúdez nació el 25 de enero de 1912 en el Carmen de Bolívar. Su largo recorrido musical se inició a los seis años tocando flautín y participando en bandas militares como la de Santa Marta, Aracataca, y la banda municipal de Chiriguaná, de la cual fue director. En Cartagena, dirigió la Orquesta "A No. 1", del maestro Pianeta Pitalúa, pionero del porro, y se vinculó a Radio Cartagena. Posteriormente viajó a Bogotá para grabar con su Orquesta del Caribe fundada en 1939, ciudad capital donde tuvo gran acogida, y desde donde difundió al resto del país a través de la incipiente industria radial, lo mejor de la música del Caribe.
Este versátil y fecundo compositor, se caracterizó por grabar ritmos del Caribe Colombiano como porros, gaitas, fandangos, cumbias, y mapalé, a los cuales dio personalidad musical e internacionalizó. Adicionalmente compuso y arregló mucha música del interior del país como torbellinos, pasillos y joropos, y experimentó con géneros de otros países como el tango, el mambo, chachachás y pasodobles. Creó nuevos ritmos como el tumbasón y el patacumbia.
El maestro Lucho Bermúdez, fue pionero en escribir en partituras la música que interpretaban las bandas de los pueblos de las sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba, adaptándolos al lenguaje musical de la época, permitiendo su difusión y permanencia en el tiempo.
El primer tema musical con un impresionante éxito fue "Prende la vela". Después se conocieron otros como "Las mujeres de San Diego", "Cadetes Navales", "Chucho Hernández", "jabón con yuca", "11 de noviembre", "Carmen de Bolívar", "Caprichito", "Pachito eché", "Danza Negra", "Cuca", "Cumbia Colombiana", "Buenos Aires", "San Fernando", "Diana María", "Añoranza", "Fantasía Tropical", "Embelezo", "Te Busco", "Borrachera", "Salsipuedes", "el papá de los pollitos", "Patacumbia", "Doble Cero", "Tolú", "Fiesta De Negritos", "Tina" , "La Gaita" y la más escuchada en todos los tiempos "Colombia tierra querida".
Hizo presencia en el ámbito internacional, desde 1946 cuando viajó a Buenos Aires, a grabar en compañía de la gran Matilde Díaz, la voz que le dio estilo e identidad a su orquesta. Luego continuaría en otros países, como Cuba, México y Perú. De esta época es resaltable su paso por México, donde grabó alrededor de 80 discos, trabajando al lado de figuras de la talla de Benny Moré, Pérez Prado y Tito Rodríguez, entre otros.
Hoy, a pesar de su eterna partida, la voz de mi madre invade los rincones de mi memoria, y con esos felices recuerdos, asumo el claro mensaje de respeto y valoración por el legado del destacado clarinetista y compositor Lucho Bermúdez, indiscutiblemente uno de los más importantes baluartes de la música popular colombiana del siglo XX.